Desde 1926, Tamales Flor de Lis ha sido mucho más que una tamalería
UN SIGLO DE HISTORIAS, UN VIAJE DE SABOR, FAMILIA Y TRADICIÓN

Aquí no solo preparamos tamales: preservamos una herencia transmitida con gratitud y con manos que saben el valor de hacer las cosas bien.

La receta no está solo en un papel, está en la memoria y en el corazón. Flor de Lis es un puente entre el ayer y el hoy.

Un negocio que sigue vivo gracias a la fuerza de una familia que no ha dejado que el tiempo borre lo que importa: la unión, la constancia y el cariño por compartir lo que se cocina con amor.

Cada tamal lleva consigo el nombre de quienes vinieron antes, y cada cliente que vuelve es parte de esta familia extendida que crece generación tras generación.

Somos Tamales. Somos Familia. Somos Recuerdos.

Somos tamales, porque en cada uno hay historia, tradición y manos que amasan con amor. Tamales hechos para disfrutarse en grupo, para compartirse y alimentar mucho más que el cuerpo.

Somos familia, porque nacimos en una.
Desde hace más de 100 años trabajamos juntos para acompañar a otras familias en sus momentos más importantes.

Y somos recuerdos, porque sabemos que la memoria no siempre se guarda en la cabeza. A veces se guarda en el corazón… y muchas otras, en el paladar.

MANIFIESTO
FLOR DE LIS

Somos Flor de Lis. Somos Familia. Somos Tamales. Somos Recuerdos.

En Flor de Lis creemos que la familia es el verdadero centro de todo.
Que los tamales no son solo un platillo,
son la excusa perfecta para reunirnos, para hablar, para abrazarnos, para detener el tiempo y crear momentos que vivirán en el alma.

Somos familia, porque nacimos en una.
Porque desde hace más de 100 años trabajamos como familia para acompañar a otras familias en sus momentos más importantes.

Somos tamales, porque en cada uno hay historia, tradición, manos que amasan con amor y el compromiso de dar lo mejor.
Porque están hechos para disfrutarse en grupo, para compartirse, para alimentar mucho más que el cuerpo.

Y somos recuerdos,
porque sabemos que la memoria no siempre se guarda en la cabeza,
a veces se guarda en el corazón, y otras tantas… en el paladar.

Somos Flor de Lis. Somos Familia, Somos Tamales. Somos Recuerdos.

Gracias por ser parte de una tradición que vive en cada bocado.